Desde 1890 la burguesía catalana eligió esta zona, en que empezaron a construir las casas hermosas y se convirtió en un mejor conjunto arquitectónico de estilo moderno, el más lujoso y sin duda el más pintoresco de la ciudad.

Hoy en día Eixample es un distrito que se consta de cinco barrios.
Paseo de Gracia es la avenida elegante y grandiosa que era un escaparate de la burguesía de Barcelona del siglo XIX, conecta la Plaza Cataluña y el distrito de Gracia y divide Eixample en la parte derecha y la izquierda. Además de las tiendas de marcas famosas, allí se encuentran dos obras de Antonio Gaudí: la famosa Casa Batlló y La Pedrera, así como muchas otras obras maestras de la arquitectura. La manzana más popular es "La Manzana de la Discordia" que ha obtenido su nombre del hecho de que las fachadas de sus principales edificios no son visualmente compatibles y crean una especie de contraste estilístico. El año pasado, el gobierno de la ciudad hizo una actualización del Paseo de Gracia al establecer en toda su longitud las paradas "inteligentes" de autobús. Son ocho paradas y cada una está equipada con la pantalla táctil con la que los pasajeros pueden usar la aplicación de los servicios sociales o informarse de la ubicación de la tienda más cercana de la marca favorita. En caso de las preguntas más difíciles se puede usar la conexión Wi-Fi gratuita.

La Eixample Derecha es el barrio tranquilo donde vive la clase media. También es la zona comercial donde el auge del modernismo se vio más reflejado, con edificios como la Casa Batlló y la Casa Milà, más conocida como La Pedrera. Su interés turístico y comercial hace que hoy en día continúe siendo un eje central de la ciudad.
La Eixample Izquierda toca la Plaza Cataluña y la calle de Tarragona en el oeste y la calle de Balmes en el este. Por la calle de Urgell se divide en la parte “antigua” y “nueva”
La Antigua Eixample Izquierda, no tan ostentosa, guarda otros atractivos, ya que es un barrio tranquilo y residencial, presidido en la Gran Vía por el edificio neorromántico de la Universidad de Barcelona, y que abraza entre sus calles comerciales el Hospital Clínic y la Facultad de Medicina. La Nueva Eixample Izquierda, que se extiende entre la antigua fábrica de Can Batlló, convertida en Escuela Industrial, y el parque de Joan Miró, donde antiguamente había el Escorxador.
Debajo la Nueva Eixample Izquierda se mezcla con el barrio de Sant Antoni, uno de los más peculiares y populares de este distrito, con su marcado carácter comercial (el mercado Sant Antoni y la fábrica de la cerveza Moritz) y el ambiente joven y moderno de hoy en día.
El barrio de La Sagrada Familia es una zona tranquila un poco alejada del centro, que también tiene muchos edificios de la época del modernismo, donde vive mayormente la clase media. En las calles de este barrio la vida transcurre tranquila, con las calles llenas de pequeños comercios y vecinos de toda la vida. Entre las otras ventajas de este barrio los residentes tienen la posibilidad de contemplar la catedral de Gaudí y pasear por los parques de la zona.
El Fort Pienc, entre la avenida Diagonal, la avenida Meridiana y el Paseo de Sant Joan, es un barrio animado, con paseos llenos de vida que sirven como punto de encuentro de los vecinos y amplias zonas verdes donde hacer deporte o relajarse.
Comparando Eixample con otros distritos de la ciudad, hay que destacar que tiene más ventajas para la vida cómoda, pero al mismo tiempo pierde en la cantidad de los parques y jardines. Los turistas de Barcelona pueden notar la falta de las zonas verdes, donde se puede jugar con los niños. Pero cuando Barcelona ganó el derecho a organizar los Juegos Olímpicos de Verano 1992, la ciudad se convirtió en el lugar de obra de construcción gigante y en la agenda se planteó la cuestión de la reorganización de los patios del Eixample. Ya en los años 80 en el interior de las manzanas aparecieron pequeños jardines que recibieron un nombre especial - Jardins d'interior d'illa. A menudo, la gente llama estos jardines "ocultos" o "secretos", porque no cada uno sabe que en final de un estrecho pasaje le está esperando la luz y un parque acogedor.
Considerando todo lo anterior podemos resumir que el distrito del Eixample es una zona no sólo cómoda, pero buena en todos los aspectos.
