La gran novedad de este año es que vuelve el inversor nacional, porque con el tipo de interés tan bajo y fijo, es una tentación irresistible. Se observa que todavía hay un buen número de viviendas que se adquieren sin contrato hipotecario. Los 19.806 créditos constituidos en abril reflejan que 27% de las viviendas se adquieron en efectivo. El dato no llega a suponer que una de cada tres casas se adquieren en cash, como ocurría hace pocos meses, pero sí sigue evidenciando la importante actividad de fondos, sociedades anónimas cotizadas de inversión (Socimi) e inversores particulares que, como consecuencia de que los precios han tocado fondo, se animan a invertir.


La vivienda nueva creció un 4% el primer trimester 2015, lo que no se daba desde 2008. Dentro de clasificación “nueva”se incluyen las casas de nueva fabricación pero también aquellas que formaban parte de lotes que se construyeron en los últimos años de la burbuja y que nunca se llegaron a vender.
Barcelona y litoral
Según la asociación de empresas inmobiliarias “se producirá un aumento de precios en zonas turísticas de demanda internacional, como Barcelona”. Se espera que este año tanto las operaciones de compraventa como los precious de la vivienda usada en la capital catalane suben su ritmo de crecimiento y que no se produzcan apenas rebajas en el precio inicial, que ya estaban por debajo de 10% en 2014. El año pasado la vivienda de segundo mano en Barcelona registró el primer aumento de precious desde 2006, mientras que la vivienda nueva siguió cayendo.

Como se dice en el Informe Inmobiliaria 2015 “Algún promotor ha incrementado precios hasta tres veces desde finales del año pasado en Barcelona”. Y los precios pueden haber llegado a subir entre un 12% y un 13% este año en algunas zonas.
La recuperación también finalmente ha llegado a la costa, a las zonas más consolidadas. El cambio de tendencia se empieza a observar en un retorno de los precios al alza y del inicio de promociones en algunos puntos del litoral español. Los precios son hasta un 61% más baratos que antes de la crisis, y vuelven a animar a comprar. Aunque las diferencias son enormes: desde los 2.694 eur/m2 en Sitges (Barcelona), la localidad de playa más cara, hasta los 804 eur/m2 por un apartamento similar en Almassora (Castelló). Por primera vez desde 2007 vuelven a subir los precious de las viviendas de costa: subieron en 35 localidades, bajaron aún en 29.
Los datos muestran que el mercado tiene dinamicas muy diferentes en las diferentes zonas. En Cataluña ha empezado la recuperación en el Maresme y en el sur de Tarragona. En cambio, destaca, la costa del Garraf se mantiene como una de las que tienen menor ritmo de absorción del stock acumulado.
Y si los precios son un indicador claro de la tendencia, la producción aún lo es más: “El incremento en la producción del número de viviendas es una clara señal de que hay demanda”, comenta Joan Carles Amaro, profesor de ESADE. «Hay zonas donde si no se compra ahora, no se encontraran precios más bajos, después», considera Bernardos. Pero él coincide en que «no habrá una nueva burbuja» en el sector.